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HISTORIA

Como fue que se decidió fundar Colón
Cuando se creó la Escuela Normal en 1910 los alumnos del primer curso fundaron un club que pusieron bajo la protección del cometa Halley. Con el nombre de “El Cometa F. B. C.” practicó deporte en la manzana que la sucesión Iriondo cedió a la Escuela Normal para plaza de ejercicios físicos.

En el mes de Julio del año 1911 cambió su nombre por el de “Estudiantes” y desde ese momento se inicia una verdadera era de prosperidad. Son sus dirigentes e integran su equipo alumnos del curso normal, aquella entusiasta muchachada que al amparo de una amable y corpulenta higuera preparaban durante los recreos, los partidos del próximo domingo. Era un cuadro fuerte que podía medirse con éxito con los mejores cuadros del departamento. Por esta causa, fueron ingresando a la sociedad personas extrañas al ámbito estudiantil que bien pronto constituyeron un grupo numéricamente respetable.

La condición de los nuevos asociados exigió un cambio fundamentalmente en los procedimientos directivos. Además el nombre no respondía integralmente al espíritu del club y se creyó conveniente adoptar una nueva designación que estuviera más de acuerdo con la nueva situación social.

Para considerar tan importante asunto se convocó a asamblea general de socios, la que tuvo lugar el 1° de mayo de 1912 en el domicilio de los estudiantes Juan y Ángel Mantovani. En la entusiasta reunión fue propuesto el nombre de “Colón F. B. C.” para algunos por Juan Mantovani y según otros por Horacio Francou que apoyó el nombre con todo calor y entusiasmo, logrando hacer triunfar su propuesta. Francou propuso “Colón” como homenaje a su ciudad natal.


Pocos son los estudiantes del tiempo viejo de la Escuela Normal que no hayan vestido alguna vez la casaca rojiblanca. Ellos fueron los que le dieron durante muchos años esa fisonomía de juventud bullanguera y fuerte que le hizo popular en las poblaciones cercanas donde una visita de Colón significaba un día de fiesta. Es que en aquella época había mucho corazón y deporte en el deporte mismo.

Y de a poco fue creciendo…
Todo fue cambiando con el tiempo. Y colón fue acompañando, en muchos casos, promoviendo los cambios que se vivían en la ciudad. Disponía de una de las pocas canchas de la época, con el permiso de las autoridades de la Escuela Normal. Allí se disputaban los partidos entre los que se recuerda el primero con el clásico rival, Sanjustino, el 25 de mayo de 1912. Pasarían 20 años para que el Club accediera a su estadio propio, cuya actividad futbolística fuera trasladada hace poco.

Pasados los años, junto al estadio se fue formando el Campo de Deportes. Así, en 1945 se forjó el inicial campo de básquet en uno de los recodos de la manzana. Bochas continuó la senda, con la construcción de canchas techadas, tribunas, iluminación, sanitarios, asadores, bar y comedor. Se suma el caso del natatorio, muy significativo ya que fue el primero de la ciudad, siendo la primera temporada inaugurada en 1965/66. Se recuerda como promotor al Dr. Rafael Felipoff: junto a un grupo de niños “recorrió San Justo portando carteles, gritando sin cesar al son de ollas y tarros ‘queremos pileta, queremos pileta’; pedían botellas, diarios y cualquier cosa en desuso para iniciar la colecta.”

También en el año 1973 Colón comenzó la construcción de su Sede Social, ubicada en pleno centro de San Justo. Significó un avance de gran importancia no sólo para la institución, sino para la ciudad que podía contar con un salón que permitiera realizar teatro, danza, y espectáculos de todo tipo. Además, se agregó una sala destinada a los eventos culturales y sociales relacionados con el arte, la capacitación e incluso la política.



En este sentido, Colón ha sido también promotor de los más relevantes y variados acontecimientos. Tómbolas, carnavales, cenas, maratones, festejos, agasajos y competencias engrandecieron su marcha. De la misma manera, todo tipo de artistas, deportistas y personajes consagrados se hicieron presentes marcando su gigantesca historia: Los 5 latinos, Mariano Mores, Carlos Monzón y Diego Armando Maradona son algunos de ellos.

Capítulo aparte merece el complejo polideportivo ubicado al sur de la ciudad. Un terreno de diez hectáreas donado en 1977 por la señora Mercedes Alesso de Bieler, que posee todas las instalaciones, cancha de fútbol profesional, palco de 200 metros cuadrados y parque forestado con asadores. Este lugar posibilitó mejores condiciones para muchas actividades como el fútbol profesional, el Hockey y otros deportes, pero sobre todo, para las miles de personas que llegan a San Justo en ocasión de eventos multitudinarios como el Coloncito y el Festival de Doma y Folklore.


Finalmente, el futuro nos sobreviene con la culminación del gimnasio cubierto que se erige imponente en el Campo de Deportes.

Colón y su gente
Sin lugar a dudas, la riqueza más grande del club está dada por su gente, los colonistas. Los más chicos, los más grandes, todos juntos con el color rojo de insignia son los que pueblan las citadas instalaciones dándole verdadera vida. Colón vive a través de su gente, y ellos viven a su vez a partir de ese estilo de vida que significa Colón. Ese ida y vuelta que se representa en las tribunas que se llenan, en las canchas donde se juega, en los bares donde se comparte una copa, en los cánticos que se entonan, en los colores que se llevan puestos.

Por supuesto, bien vale todo el reconocimiento para todos aquellos deportistas que llevaron el nombre de la institución más allá del tejido de las canchas. También, debe destacarse el esfuerzo de tantos hombres que pusieron gran parte de sus vidas para dirigir los destinos del club convirtiéndolo en lo que es hoy.

Pero Colón es principalmente toda esa gente que con la camiseta pegada en el cuerpo pone su trabajo cada día en pos del crecimiento de una pasión inexplicable. Todas esas personas anónimas que sostienen la gran cantidad de actividades que lleva adelante el Club. Y es además sinónimo de la ciudad que le dio nacimiento, lo acoge desde el principio y a la cual representa de excelente manera. Sin dudas, el rojo y blanco está metido en el corazón de los habitantes.



Colón y su gente: una columna principal de San Justo, un cimiento nacido a la sombra de una higuera que ha traspasado los avatares indiferentes del tiempo. En cada evento, en cada competencia, en cada sitio, en cada hincha Colón es: Colón de San Justo.

La incidencia de Colón en su comunidad queda demostrada en el caso de la Escuela Nacional de Comercio. El presidente rojiblanco Dr. Roberto González, junto con otros directivos, y acompañados por muchas otras instituciones del medio, iniciaron las gestiones para la creación del establecimiento en 1956. El 18 de marzo de 1957 se inauguró y a partir de 1959 obtuvo la nacionalización de parte del Congreso.

Colón se hizo grande y salió de la escuela para correr por los caminos del mundo derrochando la fuerza y la gloria de una soberbia juventud que no ha muerto, que siempre se renueva, que vive permanentemente, porque el espíritu de sus muchachos todavía anima la existencia activa de sus hombres. Desde 1912 San Justo aceleró el ritmo de su marcha.(…) Hoy ya no existe la higuera de la Escuela Normal que dio sombra tutelar a los días iniciales de Colón. También se han ido lejos los primero muchachos que se hicieron la rabona entre dos toques de campana, pero ellos, accidentes transitorios, han dejado su recuerdo permanente prendido a la realidad de la obra como un emblema viviente del entusiasmo, del sacrificio, de la unidad cordial que auspiciaron la existencia de Colón en una hora lejana e inspirada de buena voluntad”.

Fuente: www.colondesanjusto.com.ar y "Meco" Panigo, un gran colonista.

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